Ftalatos y bisfenoles: reto en el reciclaje de plásticos.
Los plásticos son fundamentales en nuestra vida cotidiana, pero su impacto ambiental y los retos asociados a su reciclaje son temas de creciente preocupación. En particular, los ftalatos y bisfenoles, aditivos químicos comúnmente utilizados para mejorar las propiedades de los polímeros, los cuales han suscitado atención en cuanto a su regulación debido a sus efectos perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Este artículo abordará la naturaleza de estos compuestos, su uso en plásticos, los desafíos que presentan, las regulaciones existentes y las posibles soluciones para su reciclaje.
¿Qué son los ftalatos?
Los ftalatos, conocidos como ésteres del ácido ftálico, constituyen un grupo de más de 80 compuestos que se utilizan principalmente como plastificantes en diversas industrias, mejorando la flexibilidad y durabilidad de los plásticos. Se encuentran en una amplia variedad de termoplásticos, como el PVC, PE y PP. Sin embargo, la migración de ftalatos desde los envases plásticos hacia los alimentos, el agua y el aire ha generado inquietudes, dado que estos compuestos no se adhieren químicamente a los polímeros.
Estructura química general de los ftalatos. R y R’ = CnH2n+1; n = 4-15
¿Y el bisfenol?
Existen varios tipos de bisfenoles, pero el más conocido es el bisfenol A (BPA). El BPA se utiliza en la fabricación de resinas epoxi duraderas y plástico de policarbonato transparente y resistente. En el pasado, se ha utilizado en materiales que están en contacto con los alimentos, como recipientes para almacenamiento de alimentos reutilizables y revestimientos en latas de metal para alimentos, hasta en biberones y botellas reutilizables.
Además, en 2019, un estudio realizado por expertos del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada detectó la presencia de BPA en la tinta de los tickets de compra. Se pudo verificar que el 90% de los tickets o recibos, en los que la tinta se desvanece con el tiempo, conocidos como ‘papel térmico’, contienen este compuesto.
Al igual que los ftalatos, la principal preocupación con los bisfenoles es la lixiviación de BPA, especialmente a altas temperaturas, lo que puede tener efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.
Impacto de los ftalatos y bisfenoles
¿Cuáles son los efectos reales de estos aditivos en los polímeros? El impacto de estos compuestos es considerable, afectando tanto a la salud humana como al medioambiente.
La exposición a ftalatos y bisfenoles ha demostrado representar riesgos significativos para la salud, incluyendo efectos adversos en el sistema reproductivo y endocrino, toxicidad en órganos como el riñón y el hígado, así como un potencial aumento en el riesgo de cáncer. Esta exposición puede ocurrir a través de vías orales, respiratorias o dérmicas.
Además de sus efectos nocivos en los seres humanos, los ftalatos y bisfenoles pueden contaminar el agua y el suelo. Esto puede suceder debido a la filtración de productos plásticos en vertederos no regulados e ilegales y durante los procesos de reciclaje, en donde pequeñas cantidades de plástico pueden perderse y terminar en el medio ambiente. Esta contaminación tiene el potencial de alterar los ecosistemas acuáticos y terrestres, afectando el equilibrio natural y la vida silvestre.
Desafíos en el reciclaje de plásticos
El principal desafío que enfrentamos las empresas dedicadas al reciclaje de plásticos es el manejo y tratamiento de compuestos como el Bisfenol A y los ftalatos, ya que estos no se eliminan durante los procesos de reciclaje mecánico convencionales, lo que provoca que permanezcan en el plástico reciclado.
Consecuentemente, al crear un nuevo producto con ese plástico reciclado, esos compuestos se integrarán en el producto final. Si dicho producto se utiliza para envasar alimentos, existe el riesgo de que los compuestos migren del envase al alimento. Esto hace que sea complicado determinar la composición de un plástico reciclado o los aditivos que “arrastra de sus vidas anteriores”, por lo que es crucial tener precaución en las aplicaciones en las que se emplea.
Nuestra solución consiste en implementar nuestra tecnología de descontaminado, cuyo objetivo es eliminar olores y compuestos orgánicos volátiles (COV) en los polímeros reciclados. De esta manera, logramos eliminar estos compuestos químicos del plástico durante el proceso de reciclaje, evitando que migren y entren en contacto con las personas o el medio ambiente.
Regulaciones de los ftalatos y bisfenoles
Frente a los desafíos relacionados con los ftalatos y bisfenoles, se ha considerado crucial establecer políticas regulatorias para garantizar un uso responsable y proteger la salud humana y el medio ambiente.
En la Unión Europea, se han implementado normativas para evaluar y restringir los riesgos químicos en colaboración con la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA). Por un lado, desde 1999, la UE ha establecido restricciones para algunos ftalatos en juguetes y artículos para bebés.
Tabla 1. Ftalatos sujetos a restricción en la Unión Europea.
FTALATO |
Nº CAS |
ACRÓNIMO |
Ftalato de bis(2-etilhexilo) |
117-81-7 |
DEHP |
Ftalato de dibutilo |
84-74-2 |
DBP |
Ftalato de bencilbutilo |
85-68-7 |
BBP |
Ftalato de diisononilo |
68515-48-0 |
DINP |
Ftalato de diisodecilo |
68515-49-1 |
DIDP |
Ftalato de di-n-octilo |
117-84-0 |
DNOP |
Ftalato de diisobutilo |
84-69-5 |
DIBP |
Tal y como podemos observar en la tabla 1, estos incluyen DEHP, DBP, BBP, DINP, DIDP, DNOP y DIBP, con una concentración máxima permitida del 0,1% en el material polimérico.
Por otro lado, el uso del Bisfenol A en biberones de plástico para lactantes fue prohibido en 2011, y su uso en papel térmico fue prohibido en 2020. Aunque su uso ha estado autorizado hasta hace poco en plásticos de contacto con alimentos, finalmente la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular incluye, una restricción a la utilización de bisfenol A y ftalatos en los envases, con el fin de fomentar la reducción del contenido de sustancias peligrosas en materiales y productos.
Conclusión
Los ftalatos y bisfenoles representan un reto significativo para la utilización de plástico reciclado y para la transición hacia la economía circular en el sector. Pero no es un obstáculo insuperable. Con innovaciones tecnológicas y políticas adecuadas, podemos avanzar hacia un futuro más sostenible y seguro. Es fundamental que todos, desde los fabricantes hasta los consumidores, reconozcamos estos desafíos, independientemente de las políticas regulatorias y las soluciones tecnológicas relacionadas con estos compuestos, y colaboremos en la búsqueda de soluciones.